La elección del próximo domingo es definitiva para el país. Y la estamos haciendo bajo un nuevo sistema: el de las reglas de juego creadas por la Asamblea Nacional Constituyente con la esperanza de construir una democracia más sólida, participativa y creíble. La Vicepresidencia, la doble vuelta y los nuevos mecanismos electorales, deben conducir a la elección de un gobernante que contará con los instrumentos necesarios para cambiar el rumbo del país en aquellos aspectos que anhelan los colombianos.
Ante todo, estos cambios se refieren a las condiciones de vida de los ciudadanos. El liberalismo, esta vez con la fórmula Samper-De La Calle, representa la alternativa de gobierno progresista, la que busca la equidad y adopta como prioridad la solución de los problemas de la gente.
Los liberales no deben llamarse a engaños sobre las alternativas que estarán en juego en las próximas elecciones: la del capitalismo social respaldada por nosotros y la del capitalismo salvaje que encarna el candidato conservador.
El próximo domingo, además, nuestra opción ofrece la experiencia. Con Humberto De la Calle, y con un equipo joven y honesto que está comprometido con los ideales liberales, estoy seguro de que aprovecharemos la gran oportunidad que tiene Colombia para consolidar su estabilidad y alcanzar definitivamente la paz.
Fieles a nuestra tradición de libertad y a nuestro espíritu abierto, hemos franqueado las puertas al apoyo, para nuestra propuesta de cambio social, a los ciudadanos independientes y de otras fuerzas que no desean que el país adopte el camino equivocado del capitalismo salvaje. Esta Alianza por Colombia también es una garantía de que en los próximos cuatro años contaremos con un gobierno comprometido de verdad con el programa de cambio.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-134898
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